Capitulos:
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1 - ¿Cuándo sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre esto, hermanos, no necesitan que se les hable,
2 - pues saben perfectamente que el día del Señor llega como un ladrón en plena noche.
3 - Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar.
4 - Pero ustedes, hermanos, no andan en tinieblas, de modo que ese día no los sorprenderá como hace el ladrón.
5 - Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día: no somos de la noche ni de las tinieblas.
6 - Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos.
7 - A los que les gusta la cama duermen en la noche, y a los que les gusta tomar se emborrachan en la noche.
8 - Nosotros, en cambio, por ser del día, permanezcamos despiertos; revistámonos de la fe y del amor como de una coraza, y sea nuestro casco la esperanza de la salvación.
9 - Pues Dios no nos ha destinado a la condenación, sino a que hagamos nuestra la salvación por Cristo Jesús, nuestro Señor.
10 - El murió por nosotros, para que, sea que nos halle despiertos o descansando, entremos junto con él en la vida.
11 - Por eso anímense mutuamente y edifíquense juntos, como ya lo están haciendo.
12 - Hermanos, les rogamos que se muestren agradecidos con los que trabajan para ustedes, los dirigen en el Señor y los corrigen.
13 - Ténganles mucho aprecio y cariño por lo que hacen. Y vivan en paz entre ustedes.
14 - Les rogamos también, hermanos, que reprendan a los indisciplinados, animen a los indecisos, sostengan a los débiles y tengan paciencia con todos.
15 - Cuiden que nadie devuelva a otro mal por mal, sino constantemente procuren el bien entre ustedes y con los demás.
16 - Estén siempre alegres,
17 - oren sin cesar
18 - y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos.
19 - No apaguen el Espíritu,
20 - no desprecien lo que dicen los profetas.
21 - Examínenlo todo y quédense con lo bueno.
22 - Eviten toda clase de mal, dondequiera lo encuentren.
23 - Que el Dios de la paz los haga santos en toda su persona. Que se digne guardarlos sin reproche en su espíritu, su alma y su cuerpo hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor.
24 - El que los llamó es fiel y así lo hará.
25 - Hermanos, rueguen también por nosotros.
26 - Saluden a todos los hermanos con el beso santo.
27 - Les ordeno, en nombre del Señor, que se lea esta carta a todos los hermanos.
28 - Que la gracia de Cristo Jesús, nuestro Señor, sea con ustedes.